La ubicación es céntrica, a 10 minutos a pie de la catedral . El hotel es acogedor y tranquilo. El buffet del desayuno muy completo.

La nevera de la habitación no funcionaba. El edredón era demasiado caluroso para esta época del año.

Me sorprendió el hotel. Después de leer las opiniones estuve dudando si elegir otro sitio pero no me equivoqué con mi elección. Prefecto por ubicación, habitación muy limpia y confortable a pesar de ser individual. Desyuno estupendo por comida y servicio. Está en un edificio singular pero habitaciones y salón del desyuno con toque moderno. En cuanto a la ubicación está al lado de la calle comercial Meir y se tarda nada en ir a Grotemarkt. Un paseo con callejuelas con mucha vida. Es mejor que alojarse cerca de la estación de tren que se queda vacío cuando cierran las tiendas

Fue todo muy bien. No puedo poner ningún "pero"

El hotel está enclavado en un conjunto monumental de un antiguo hospital de Amberes y tiene mucho encanto, ha sido restaurado con gusto y ambiente moderno y es muy tranquilo. La zona tiene muchos bares y cafés, el Jardín Botánico está muy cerca y la zona de la catedrla está a menos de diez minutos a pie. El trato fue muy agradable sobre todo la persona que nos hizo el check-in a última hora de la noche y las personas del desayuno al día siguiente. El desayuno, incluido en el menú, era muy correcto.

La recepción cierra a las 22,30. Aunque se puede en teoría llamar a un teléfono situado en la puerta y conectar así con el servicio de vigilancia que abrirá y dará la llave, sería mejor si la recepción quedara abierta hasta al menos las 24. Por otro lado la indicación para llegar a la entrada del hotel no es nada claro, sobre todo de noche: en el gran portal que da entrada al complejo y que está abierto toda la noche no se indica que hay que girar a la derecha y caminar unos metros en medio de la oscuridad para llegar a otro portal, encenderse una luz y luego ya poder llegar a la puerta de edificio mismo. Debería estar todo mejor iluminado e indicado.

El entorno, el edificio, su sencilla y cálida ambientación. La tranquilidad y silencio para descansar, estando muy bien ubicado y con transportes cerca.

todo, todo está perfecto, la atenció y esmero del personal, las instalaciones, la limpieza, el confort. Era un antiguo seminario que se ha reciclado a nuevo y como arquitecto debo decir que muy bien estás en el centro de la ciudad pero todas la habitaciones dan a un parque interior en el que no se escucha nada.

el acceso en auto, con el gps es un poco dificultoso, pero bien vale la pena no dejen de ir